sábado, 23 de marzo de 2013

Místico, poeta, guerrero, eremita...

Me parece que muchos se han creído el Francisco hippie de "Hermano Sol, Hermana Luna". Nada más alejado de la realidad. 

San Francisco de Asís era un místico, no un asistente social. El poverello era un poeta y un guerrero, no un apóstol de lo feo ni un pacifista. Acompañó una Cruzada e intentó convertir al sultán, no encabezó protestas anti-bélicas ni organizó reuniones ecuménicas. 

La disputa de los mendicantes no se refería a una "Iglesia opulenta" versus un proyecto de "Iglesia pobre", sino sobre el derecho que podían tener los religiosos a convertirse en una carga para la sociedad (en la Iglesia medieval, los monasterios y el clero secular vivían de sus propios recursos). Cuando Francisco se opone, por ejemplo, a mantener conventos o a tener predicadores, es teniendo esta situación en cuenta. 

Luego, los acontecimientos (el crecimiento exponencial de la orden) lo terminan convenciendo y, eventualmente, mandando al Alverna como eremita... su primitiva vocación descubierta en San Damiano. De ahí también el tao de San Antonio del Desierto como primitivo distintivo de los Menores*. 

(*En la sociedad medieval, "minores" eran todos aquéllos que dependían de la benevolencia de los gobernantes y de la sociedad entera sin que se les pudieran exigir contraprestaciones a cambio, tales como las viudas, los huérfanos, los discapacitados, etc. Isabel la Católica ubicará a los indios americanos en esta categoría.)

 

  © 2009 Desde la Roca del Grifo

True Contemplation Blogger Template by M Shodiq Mustika