Nuevamente (enésima vez), el Padre Iraburu cae en voluntarismo. Si sólo pudiese aclarar la ambigüedad de una proposición su autor como sostiene el sacerdote, entonces no habría exégesis posible en ningún ámbito del saber. Es más, estirando el argumento, todos hablamos y escribimos con cierto grado de ambigüedad, y quienes nos escuchan o leen, deben interpretar, según su leal saber y entender. Justamente, el receptor de cualquier comunicación está obligado a decodificar el mensaje para poder comprenderlo. Si hay problemas de comunicación hasta en mensajes cuyo protocolo de interpretación (su "idioma") es bastante simple, ni que hablar cuando se trata de textos con mayor elaboración. Si sólo el emisor estuviese autorizado a decodificar, no existiría ningún tipo de comunicación. De hecho, es lo que hace el Magisterio con la Revelación divina, "develación" que va siendo afinada (a la manera de una sintonía fina) durante los siglos. Si Dios Padre estuviese obligado a explicar cada coma y nosotros no pudiésemos hacer nada más que esperar esa Revelación minuciosa, no habría Teología... ni Ciencia, ni nada.
