La vimos. Es una película demasiado lenta por momentos. Los personajes no convencen demasiado, ni los delegados del G-8 ni el monje, la escritora o el rockero. Empieza como un policial a lo Agatha Christie, sigue como un thriller político/conspirativo, pero termina distinto, con un final interesante. No es una genialidad ni una obra maestra, pero se deja ver. A diferencia de lo que suele pasar, la Iglesia no sale mal parada; lo que ya es mucho decir.