La Drôme es uno de los departamentos fundados durante la Revolución francesa a partir del Bajo Delfinado y una porción de la vieja Provenza. Limitada al oeste con el Ródano y atravesada por los ríos Isère, Drôme, Eygues y Ouvèze, se encuentra rodeada de colinas y montañas que van creciendo en altura hacia el este y el sur. En su territorio confluyen el clima oceánico del oeste, el continental del norte y el mediterráneo del sur, provocando algunas veces sorpresivas tormentas y heladas. La industria y la mayor parte de la población se encuentra en la capital, Valence, y en el valle del Ródano, siendo el resto ocupado por la agricultura y actividades conexas como el turismo rural y deportes de aventura. Éste es el marco de esta linda película de Éric Besnard (director de Mes héros), que lleva como título Le goût des merveilles (que podríamos traducir como "El sabor de las maravillas"; aunque en España llevó el título ridículo de "Pastel de pera con lavanda"). Louise Legrand (Virginie Efira) es una joven viuda y madre de dos chicos que ha quedado a cargo de la pequeña finca frutícola familiar, acorralada por las deudas del banco, estafada por la cooperativa regional y verdaderamente acosada por un vecino inescrupuloso que pretende comprar los mejores terrenos y arrancar los perales váyase a saber con qué fines. Atosigada por sus problemas choca (literalmente) con Pierre (Benjamin Lavernhe), un joven autista que le descubre una mirada distinta sobre la creación y la vida rural y familiar.