Como parte de los enfrentamientos que rodearon todo el asunto de la que es conocida como Carta Magna --que no fue una constitución como suele sostenerse sino un reconocimiento de libertades (fueros), algo bastante común durante toda la Edad Media-- uno de los combates más impresionantes fue el del sitio del castillo de Rochester en 1215, del que un cronista decía ”nadie vivo puede recordar un sitio más ferozmente presionado y tan hombríamente resistido”.
En este contexto histórico, está por estrenarse la película Ironclad, que tiene buena pinta, más allá de ciertas "libertades literarias" (por supuesto que no podía faltar un templario):
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