Sobre la llamada Puerta Regia o de los Príncipes, en el lado de la catedral de Módena frente a la Plaza Grande, está expuesto un enorme hueso. Éste habría sido encontrado durante las primitivas excavaciones de la construcción del templo. Los modeneses creían que se trataba de un hueso de dragón, y estaba allí para espantar al Dragón por antonomasia. El famoso hueso, que sí es una estructura ósea, bien podría ser un fósil de cetáceo o dinosaurio, puesto que en toda la estructura de la catedral hay numerosos fósiles de amonites prehistóricos colocados como adornos y que también habrían sido encontrados allí. Los leones de piedra que allí también están expuestos nos recuerdan el Salmo 91, "super aspidem et basiliscum ambulabis, et conculcabis leonem et draconem" (mal traducido en estos tiempos racionalistas como "caminarás sobre leones y víboras, pisotearás cachorros de león y serpientes").
