J. M. de Prada pretende ahora explicar sus afirmaciones para recomendar la película "Silencio" de Scorcese.
Está muy bien. El problema es que como excusa de las cosas que dijo sobre "Silencio" no vale. Porque su juicio sobre la película no fue "artístico", sino teológico-moral. Y en el mismo pretendía justificar la apostasía; no la particular de los protagonistas de la película —que podría ser "entendible", aunque no justificable—, sino la de apostatar en general como una forma de no arrojar perlas a los cerdos (SIC)... y llega a sustentar su opinión teológica (¿?) en la disciplina del arcano de los primeros cristianos (¡!). Así que todo muy lindo con Baudeleire y la crítica "burguesa", pero las críticas que se le hicieron (al menos las inteligentes) no fueron por "burguesas", sino por lo que de Prada pretende enseñar desde la cátedra (el diario ABC) donde lo colocó "el mundo", que desprecia (¿pour la gallerie?).