No
sé si vieron la película "Wildcat", sobre Flannery O'Connor. Me
sorprendió para bien. (No se queden con las colas o trailer porque es un
collage que no le hace justicia.)
Es un filme "raro", pero que después de un rato de desconcierto empieza a atrapar y termina gustando. Trata sobre la crisis de Flannery, cuando abandona Nueva York, su carrera y su "amigo" Lowell para visitar (a pesar de ella) a su madre en Milledgeville, un pueblito en Georgia. Ahí, apenas llegar, descubre que tiene lupus. Debiendo sobrellevar la noticia (su padre había muerto de esa enfermedad autoinmune), mientras lucha por escribir su primera novela ("es como dar a luz un piano de lado", dice).
Mediante
la técnica de enhebrar escenas de algunos de los cuentos más
característicos
de la escritora así como frases de su diario espiritual y su
correspondencia con ese momento biográfico —aún a costa de libertades
cronológicas—, la película logra transmitirnos su lucha interior.
El director y guionista es Ethan Hawke, un galancito de los '90 (Sociedad de los poetas muertos, ¡Viven!, Generación X, Gattaca) que hoy apoya todas las causas "que están mal", y del que no me esperaba mucho. Sorprendentemente en una entrevista que le hizo a él y a su hija el obispo Barron, al explicar la vocación de Flannery como escritora, cita a Santo Tomás (y lo cita bien).
La
protagonista es su hija Maya, muy bien "metida" en el personaje. Papel
que parece que quiso hacer toda su vida, pues es fanática de la
escritora desde los 16 años. Incluso después del secundario, al
presentarse para ser aceptada en el célebre conservatorio Juilliard de N. York, en vez de hacer un monólogo con un fragmento de Shakespeare o Chéjov, escribió con su padre algo basado en el Prayer Journal.
Como Regina O'Connor —la (aparentemente) pesada madre de "Mary Flannery"— actúa Laura Linney, una actriz ya consagrada (Truman Show, Historias de San Francisco, El club de los milagros, Río Místico) que logra con un pequeño gesto final dar sentido a toda la película.
Liam Neeson —otro famoso (La lista de Schindler, Venganza, Silencio) que apoya todas las causas "que están mal"— aparece brevemente como el Padre Flynn para confortar a Flannery... y está muy bien (otra gran sorpresa).
No digo que vaya a ser una película que haga historia, pero vale la pena verla.
Escena de Flannery reunida con un grupo de escritores en casa de Lowell, en el momento en que éstos hablan con liviandad acerca de la creencia de los católicos en la Presencia Real. La O'Connor los interrumpe: "Lo que la gente no se da cuenta es cuánto cuesta la religión. Piensan que la fe es una gran manta eléctrica, cuando en realidad es la cruz. Es mucho más difícil creer que no creer" (una frase tomada de su correspondencia).