Luego de que Georgia cambiase su bandera hace unos años, ahora Carolina del Sur, el último de los Estados sureños que deja ver la bandera confederada de guerra en edificios públicos está debatiendo su prohibición. Recordamos, entonces, aquella serie que nos encataba de chicos, los Dukes of Hazzard, o, como se los llamaba por aquí "Los Duques de Hazard", con su Dodge Charger, el "General Lee", y su bandera.
No porque nos atraiga la causa sureña en sí (mezcla de los intereses comerciales de Gran Bretaña y de los cavaliers dueños de las plantaciones, con las doctrinas protestantes judaizantes de los baptistas, metodistas y evangélicos del primer revival, que tanto atraían a la white trash sureña), pero porque nos caen simpáticas las causas perdidas peleadas con gallardía.