¿Qué han premiado los cardenales al elegir a Bergoglio como (¿anti?) Papa? Como rector de la Universidad del Salvador dio inicio a su secularización y destrucción, siendo el único caso que conozco de una Universidad que pidió su propia quiebra. Como Provincial jesuita, todos, a derecha e izquierda, concuerdan en lo pésimo de su gestión, más preocupado en rosquear con los militares. Como arzobispo de Buenos Aires, todos los números le dan en rojo. En tiempos de Quarracino, el seminario "producía" anualmente una veintena de sacerdotes; hoy se cuentan con los dedos de una sola mano. A eso se suman los muchos curas que han pedido su traslado a otras diócesis, se secularizaron o directamente abandonaron. Se ocupó especialmente de desarmar al movimiento provida, prohibiendo su acción en parroquias y colegios católicos, e incluso desaconsejando desde los púlpitos la participación en sus marchas. Su oposición a "Summorum Pontificum" es mundialmente conocida. Protegió al ahora arzobispo Zecca como rector de la UCA y a todo el grupo que la destruyó académica y económicamente.
De vuelta, ¿qué se premió? En 2005, una periodista del entorno bergogliano se felicitaba de que el cardenal argentino era el único que había concurrido al cónclave con un equipo de prensa propio. Eso sí hay que reconocerle, su manejo del marketing. Hacerse fotografiar viajando en subte o colectivo, visitando una villa o celebrando misa en San Cayetano... Aunque sus sacerdotes no lo quieren especialmente, por sus malos modales y por su carácter (me tocó ver esto al acolitar en una misa celebrada por JB), logró forjarse una leyenda de humilde y sencillo entre el pueblo de parroquia. A los movimientistas europeos les diría que no se entusiasmen demasiado, JB no ha permitido en su diócesis a los kikos, LC, ni CeL; a los santegidio los persiguió, y hasta los movimientos argentinos como el IVE y FASTA la tuvieron difícil.
Vuelvo, ¿qué han visto en él? Creo que tan sólo una "imagen" publicitaria y su pontificado será eso... la Iglesia de la Publicidad de que hablaba Meinvielle, aquélla donde se ha enfriado la caridad que denunciaba Castellani. Aún así la actuación de la Providencia es un enigma en lo concreto. Alguien recordaba al Pío IX liberal que, presionado por las circunstancias, terminó publicando el Syllabus. Tal vez estos tiempos que estamos viviendo ya no dan para tibiezas bergoglianas (dejate misericordiar) y, como decía Julien Green, ya no se pueda hablar fríamente de cosas que queman. O, quizás, la Providencia nos regale otro "medietate Lunae" y, en breve, estarán los cardenales pensándolo mejor.
