Estaba viendo la misa de esta mañana en Roma. Me pregunto si se puede seguir hablando de 'abusos litúrgicos' cuando es el mismo Papa, los mismos cardenales y obispos de la Curia, los que 'abusan'. Esto no es nuevo pero cada vez es más grave. Se violan las rúbricas, el canon, costumbres inmemoriales como si nada. Todos los días, cada día, la Iglesia abandona de facto su poesía bimilenaria para nombrar el misterio inefable refugiándose en una prosa cada vez más horizontal, profana, banal, mediocre e intragable para el hombre común que detecta bien que le quieren 'vender' la adhesión a otra ONG que demanda sus donativos.
