Es el objetivo del mundo y el objetivo de Satanás sacar nuestras mentes de la indeleble distinción de las cosas, y fijar nuestros pensamientos en el hombre, hacernos esclavos del hombre, hacernos dependientes de sus opiniones, su patronazgo, sus honores, sus sonrisas y sus condenas.Beato Juan Enrique Newman, cardenalSermones Parroquiales(Sermón nº 2: "La obediencia sin amor, ejemplificada en el personaje de Balaam")
“Ex umbris et imaginibus in veritatem.”
[Fuente: Daily Telegraph]