Muy buena toda la serie sobre jansenismo de infoCaótica. El tradicionalismo debe entender (muchos lo hacen, pero no todos) que no se puede simplemente volver atrás, a 1958, 1961 ó 1969 —según donde quede fija la utopía—. Porque la causalidad exige que de aquellos polvos, estos lodos. En cuanto logremos superar este hiato de 50 años postconciliares, enviando sus textos al museo "con el hacha de piedra y la rueca de hilar", como si fuesen la reacción desproporcionada y desencauzada del adolescente, lleguemos a un catolicismo verdaderamente adulto que vuelva la mirada atrás con cariño y comprensión, se haga con su herencia, crezca y sea fecundo.
Ni rupturismo adolescente (¡50 años de adolescencia es demasiado!), ni melancolía incrustada en la niñez (porque ella no vuelve y porque nosotros ya no somos los mismos... aunque recordemos con afecto cuando Papá era Superman, Papá no era Superman); pero tampoco arqueologismos (en el fondo también utopismos anclados en el siglo XV, el XIII o el XI) —lo heredado es lo que nos llegó, no lo que nos hubiese gustado que el bisabuelo no vendiera—.