¿No podía ser que, simplemente, el niño se estuviera postrando? La postración era una práctica cultual muy común hasta que la Contrarreforma introdujo los bancos en la nave. La postración, así como la genuflexión, eran símbolos de la piedad seglar (los sacerdotes y clérigos en general rezaban de pie y con los brazos extendidos —a la manera del templo—). San Francisco de Asís solía postrarse durante horas frente al Santísimo. Recién a fines del siglo xiii, los Papas comienzan a arrodillarse y postrarse (¿por congraciarse con el pueblo en medio de conflictos gravísimos con los poderes seculares?), y a través de ellos, llega la práctica al clero. Cuando acontece la Contrarreforma y se pone el acento en la predicación, empieza a llenarse la nave de bancos, impidiendo así una práctica piadosa que, sin embargo, perduró en Oriente y en algunas formas del anglicanismo (por eso suele haber alfombras o especies de decks de madera frente a íconos 'famosos', por ej.).