Murió el medievalista francés Jacques Le Goff.
Siempre me ha llamado la atención el interés que suscita entre algunos marxistas la Edad Media, aunque ellos la explican en términos de estructura económica y así la extienden al siglo XVIII (en este caso) o, incluso, a mediados del siglo XX (como Hobsbaum).
Es cierto que Marx mismo deja filtrar un cierto cariño por este período histórico, con tono melancólico al ver cómo es arrancado su recuerdo a medida que la modernidad, en términos de revolución industrial, arrasa con sus últimos vestigios.
Así estos historiadores se pueden leer con fruición siempre que podamos separar los hechos de lo que es teorización o ideologización forzada de los mismos. Por aquel dogma moderno según el cual "no hay enemigos a la izquierda", en general, estos historiadores se atreven a exponer hechos que otros, más corridos hacia el centro (vulgo "progresistas"), no se atreverían. De ese modo, por ejemplo, Le Goff no teme denunciar las redes judías de tráfico de esclavos en el mundo musulmán medieval e, incluso, en el cristiano de frontera donde este abuso era tolerado o disimulado. O, Georges Duby, otro medievalista francés de este palo, consigna sin tapujos ni complejos el carácter "fuerte" de la mujer medieval (nada que ver con el apocamiento victoriano o el machismo decadente), de paso suscribiendo la tesis de la gran Regine Pernoud, a la que, por su carácter de católica tradicional, se le niega aún hoy el reconocimiento tan merecido.
En fin, quiera Dios que lo mucho que Le Goff leyó sobre este período haya venido en su auxilio en la hora final y que Nuestro Señor le tenga en cuenta su aporte en echar luz sobre los "siglos oscuros" y no sus ideas teóricas fruto tal vez de alguna historia personal...