El problema de los portales "católicos" es que, tarde o temprano, los colaboradores (por muy versados y preparados que estén) terminan sometidos a las filias y fobias de sus propietarios (en general apenas si con mínimos conocimientos de catecismo) que, como aprendices de Catón, se dedican a censurar lo que a su juicio pueden o no leer sus seguidores para no escandalizarse. Ahora le tocó el turno a Wanderer y a infoCaótica en Infovaticana, donde su tiranuelo decide qué posts publica o no en su página principal y en la general de blogs. Me recuerda a los picaditos de fútbol donde el dueño de la pelota, aunque fuese un gordito que no juega a nada, decide irse, poniendo fin al partido, cuando el resultado no es el que espera.
