Según fuentes del propio Assad, menos del 7% de los objetivos bombardeados por Rusia pertenecen a ISIS. Ahora queda confirmado que, gracias al bombardeo ruso, ISIS pudo tomar la importantísima ciudad siria de Aleppo (al N. de Siria) que estaba en poder de Jaish al-Fatah (JaF).
Lo volvemos a repetir para los putinófilos que no se toman la molestia de agarrar un mapa. Rusia sólo está atacando lo que percibe como amenazas a su depósito naval de Tartus y a la base aérea de Latakia (al E., sobre el mar Mediterráneo). Empezó por las posiciones del Ejército Sirio Libre en Homs y Hama (al centro-Este) y luego apoyó las operaciones conjuntas (con Hezbollah e Irán) al S., cerca de Damasco. Ni siquiera está claro si el ataque a Palmyra (centro-Oeste) fue contra ISIS o contra algún otro grupo opositor. Lo que sí queda claro es que gracias a ese ataque ruso-sirio, ISIS pasó a controlar la ciudad.
Ya sea por ineptitud de la Inteligencia rusa (si hemos de creer lo que los mismos rusos dicen) o por otros intereses, lo cierto hasta ahora es que Putin está ayudando a ISIS. Si nos atenemos únicamente al impacto sobre ISIS, tanto los turcos como los franceses han sido muchísimo más efectivos que los rusos.