No sé si muchos conocen la historia de Richard Tomlinson. Quizá alguno se acuerda de un ex agente del MI-6 británico que asesoró a al-Fayed Sr., indicando que la forma en que murió Lady D y al-Fayed Jr. en París es muy parecida a un atentado cometido por el MI-6 en Serbia que casi le cuesta la vida a Milosevic. (Hasta hay una película que desarrolla esta hipótesis.)
La historia es así. Tomlinson fue despedido por el MI-6 en 1995. Creyendo que la medida era ilegal, el ex empleado llevó al MI-6 a la Justicia. Pero el servicio de inteligencia británico declaró que no podía presentarse en el juicio sin amenazar la seguridad nacional británica. En represalia, Tomlinson se creyó habilitado a hablar con los medios.
En 1997 Tomlinson fue enviado a la cárcel por violar secretos de Estado durante una entrevista con periodistas australianos. Sirvió en prisión 6 de los 12 meses a los que había sido condenado, siendo liberado bajo palabra. Apenas en la calle, Tomlinson decidió autoexiliarse en Rusia. En 2001 publicó en Moscú el libro The big breach (luego reeditado en Edimburgo, Escocia), donde cuenta su caso.
En 2009 finalmente llegó a un acuerdo con el MI-6, que le pidió disculpas públicamente, retiró todos los cargos contra Tomlinson y prometió no ir contra la integridad física y material de éste y su familia. El caso se convirtió en testigo, permitiendo que, desde 2001, los empleados del MI-6 pudieran recurrir a la Justicia por cuestiones laborales y unirse a sindicatos.
Todo este prolegómeno es para contar que, entre otras cosas que Tomlinson revela en su libro, muchos de los miembros del MI-6, y especialmente de la jerarquía de la agencia de inteligencia exterior, son masones del Arco Real Sagrado, un grado de la francmasonería británica (no confundir con la primera parte del rito de York en Yanquilandia). Y, al pasar, Tomlinson revela los nombres de miembros de otros servicios de inteligencia afiliados a la masonería del Arco Real, entre ellos Vladímir Putin, en ese entonces en la KGB. [Tener en cuenta que el libro fue publicado primero en la Rusia de Putin, donde esta revelación no causó ningún revuelo.]
Esto podría explicar perfectamente cómo un oscuro funcionario de Leningrado, que supuestamente había renunciado a la KGB (donde había alcanzado el rango de Teniente Coronel en la 1ª Dirección Gral.) durante el intento de golpe comunista de 1991, fue catapultado como Primer Ministro por Yeltsin en 1999, poco antes de los rarísimos atentados terroristas que provocaron la Segunda Guerra de Chechenia, consolidando el poder de Putin como sucesor del presidente ruso ya muy enfermo.