Terminé de ver la serie, un verdadero descenso a los infiernos. Con justicia se le podría aplicar aquello que Castellani decía de "Les Fleurs du mal" de Baudelaire ("ciertamente no es una lectura para chicas que se alimentan de bocadillos y de novelas yanquis..."). Nos muestra en forma descarnada cómo las trampas psicológicas, morales y espirituales que nos ponemos para justificarnos pueden hacer de cualquiera de nosotros (si las condiciones cuadran) el peor de los criminales.