Mirando lo de España este fin de semana, en Barcelona y Tarragona, uno se sorprende (bien). Las multitudes que se pasearon con la rojigualda y las banderas tradicionales de Las Españas por allí se jugaron que (por lo menos) los molieran a palos los "mossos". A pesar de lo que nos muestran los medios de desinformación todos los días, la raza del Cid, Cortés, Pizarro, etc. no se ha extinguido. En este mundo amariconado, un poco de valentía pone en aprietos a "las fuerzas del orden".