El dictador de las Américas y la presidenta de Uropa están encantados con el Pseudo-Profeta. El Riachuelo ha desembocado en el Tíber, arrastrando su inmundicia, contaminación y putrefacción. El Pontífice depuesto patalea desde su prisión, pero nadie lo escucha. El mundo está encantado con el Pseudo-Profeta. El tango Cambalache estrena en Roma, todos los días...
¿Quién dijo que el final sería fácil? ¿Quién nos prometió que no sería complicado distinguir? ¿Qué mérito sería si tuviese cuernos, cola de iguana y un tridente en la mano? ¿Quién nos aseguró que pudiésemos precisar el día y la hora?
Y vos, que lo viste claro desde un comienzo, ¿por qué seguís "comiendo, bebiendo, comprando, vendiendo, plantando, construyendo" como en los días de Noé y de Lot? ¿Qué más necesitás para convencerte? ¿o será que, en el fondo, te gustaría estar equivocado? Dejad Babilonia y salid hacia Jerusalén...
Quantus tremor est futurus,
quando iudex est venturus,
cuncta stricte discussurus!
Confutatis maledictis,
flammis acribus addictis,
voca me cum benedictis.
Lacrimosa dies illa,
qua resurget ex favilla
iudicandus homo reus.
Huic ergo parce, Deus.
Pie Iesu Domine,
dona eis requiem.