No sabía que la Asociación Tolkien Argentina (ATA) seguía existiendo, me enteré por Facebook. Pero luego de leer los debates allí en Facebook, me doy cuenta de lo terrible que ha sido Peter Jackson para la obra de Tolkien.
Lamentablemente, nunca llegué a tener demasiada actividad en la (entonces llamada) Sociedad Tolkien Argentina (STA). En aquel momento, trabajaba y estudiaba, por lo que no me quedaba tiempo. Debo haber ido a tres o cuatro reuniones... Pero llegué a tener todas las Mathoms y disfruté de los primeros debates por mail. Recuerdo que había todo tipo de gente. Un amigo iba con un grupito de fans del rock sinfónico... Otro amigo iba con un grupito de estudiantes de Filosofía de la UCA... Todos disfrutábamos por igual de la charla de los fundadores... Los temas conversados se referían a la santidad, la esperanza, la fantasía, el mito, la historia anglosajona o los orígenes paleocristianos de ciertos nombres de protagonistas...
Luego vinieron las películas de Jackson, la STA se convirtió en ATA, se llenó de frikis, se "democratizó" y "decristianizó", los debates comenzaron a girar en torno al largo de las barbas de los enanos, las reuniones se limitaban a despliegues de vestuarios excéntricos, el recitado de poesía fue reemplazado por los juegos de rol... Y desapareció, o casi.
Hoy se llega a la "profunda" conclusión de que cada uno puede tener "su visión" de la obra de Tolkien y hacer lo que le venga en gana, mientras cuente con los millones para hacerlo. Ahora tenemos elfas guerreras en pantalones y en el próximo episodio podría haber enanos trolos. Y si no te gusta, no te quejes, junta los millones y haz "tu versión".