Decía Wanderer hace unos días:
"Añoro los tiempos en que publicaba en este blog una o dos entradas semanales y discutíamos algún texto de Newman o de Knox, o alguna opinión teológica siguiendo a Santo Tomás o a sus comentadores. Ahora, en cambio, en conciencia no puedo hacer más que comentar lo que día a día estamos viviendo."
Suscribo. Uno de los "éxitos" de Bergoglio ha sido frivolizarnos de cierta forma. Hacernos correr constantemente detrás de lo urgente (la última sanata de Francisco) y así no tener tiempo para lo importante.
Le comentaba a un amigo que si uno quiere leer un blog más "doctrinal" (o, por lo menos, con una mirada de más largo plazo) no lo encuentra. A lo sumo hay entradas que tienen varios meses (o años) de antigüedad.
(Obviamente que descarto a los que se dedican a copiar y pegar; que de esos hay cientos y siempre va a haber. Me refiero a los más "originales", los que tienen algo "nuevo" para aportar, los que comparten una mirada distinta.)