Estaba leyendo cierto portal español neoconservador. En un artículo se hace un paralelismo entre el silencio de Occidente ante el ascenso de Hitler al poder y el silencio actual ante el asesinato masivo de cristianos en Medio Oriente. Si bien es demasiado políticamente correcto para mi gusto, puede servir como recurso. Algo, sin embargo, me llamó la atención: entre los que caen en la volteada silenciosa, no faltan los Papas... hasta 1958. Es curioso, si uno aplica ese mismo razonamiento al silencio de Juan XXIII ó Pablo VI ante las atrocidades del mundo comunista, al mutis de Juan Pablo II y Benedicto XVI ante el terrorismo internacional de los EE.UU. o a la actual agachada* de Francisco, uno es automáticamente baneado en ese portal.
[*Agachada es un término soez pero preferido por el actual Papa, así que lo utilizo libremente con él.]